Guerra abierta entre los festivales musicales
En el número del mes de junio de la revista Rockdelux aparece la primera parte de un interesantísimo reportaje sobre la guerra entre los festivales de verano que ha estallado abiertamente este año, ya sabéis, el emergente Getafe Electric Weekend tratando de pisar al veterano Festimad, Summercase cambiando de fechas para pelear contra el FIB, éstos lanzando el Saturday Night Fiber como respuesta....
Si no lo habéis leído, os recomiendo que lo hagáis y que saquéis vuestras propias conclusiones. Se puede descargar aquí.
Además, hace unos días aparecía en el El País otro articulo en este mismo sentido.
Podemos ver todo esto desde un punto de vista empresarial, es decir, recordemos que los festivales musicales son empresas, empresas que trabajan buscando una rentabilidad y que tienen que luchar contra su competencia, tienen que captar clientes y tienen que cuidar tanto el producto que ofrecen tanto como los aspectos económicos y los relativos a su organización empresarial. A lo que iba, que visto desde un punto de vista empresarial, las opiniones que exponen los organizadores del Sonar y del Primavera Sound están perfectamente alineadas con la realidad del mercado en el que se mueven, teniendo claramente definido el camino a seguir y la forma de llevarlo a cabo. Eso es buena organización empresarial, por lo tanto, no es casual que sean los festivales que mejores resultar suelen arrojar en todos los aspectos. Por su parte, el FIB denota una mezcla de capacidad de organización, seguramente propiciada por su ya larga experiencia en el sector, y cierto aroma amateur que desde siempre ha caracterizado al festival. ¿Cuál es la consecuencia de esto?, pues que a pesar de ser un festival totalmente consolidado, también es el que más opiniones encontradas recibe por parte del público, desde los seguidores incondicionales hasta los críticos exacerbados... es lo que tiene apelar con tanta frecuencia a los sentimientos.
Lo que está claro es que bastante desubicados, sin opiniones formadas y con la sensación de hacer las cosas a golpe de talonario sin orden ni control, por el simple hecho "que no lo hagan otros" se muestran los responsables de la promotora Sinnamon, organizadores, entre otros, del Summercase.
¿Dónde acabará esto?, pues como siempre, el tiempo lo dirá, pero si yo tuviera que decantarme, a Sinnamon no le ni con capacidad, ni con conocimientos, ni con la estructura empresarial necesaria para afrontar el desarrollo y consolidación de un festival como el Summercase.
Etiquetas: festivales, música popular, opinión, ps08, sonar08
3 Comments:
Por mí que revienten todos. Mucho se quejan el resto de Sinnamon pero luego ellos bien que les hacen a los grupos contratos exclusivos para no tocar en el resto del país no sé cuánto tiempo antes y después. Me parto cuando hablan de tácticas neoliberales. ¿No se pararon ellos a pensar en su deslealtad para con los promotores de salas pequeñas o medianas? Da todo un asco que pa qué.
Y luego está lo de que de verdad que no entiendo la diversión que ofrecen los macrofestivales. Son un puto estrés. A la mierda.
a las "tácticas neoliberales " hacen referencia siempre la gente de Sinnamon / Summercase, je, sí, eso algo bastante bueno :)
respecto a la exclusividad, hombre, no creo que esos contratos de exclusividad temporal hagan daño a los promotores de salas pequeñas y medianas, esos contratos se hacen siempre con gente de nivel muy alto (económico, no artístico ni estético), es decir a un promotor mediano/pequeño le da igual que Björk o Radiohead firmen exclusividad con un festival.
No sé, Pablo, el año pasado se intentó traer a Low a Gijón, y era factible económicamente, pero no fue posible por uno de esos contratos de exclusividad :S
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