ROCK y punto
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Pero Lisabö resulta que no son sólo dos baterías, son muuuucho más que eso, llevan dando caña desde 1999, con un rock anguloso y punzante, heredero del sonido Dischord, marcando los postulados de lo que se ha llamado post-hardcore y que a fin de cuentas no es más que rock intenso, con una base rítmica totalmente intimidatoria y con unas guitarras que van y vienen a oleadas de intensidad abrumadora.
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Recuerdo Ezarian, su disco del año 2000 como el debut más impactante de los últimos años junto posiblemente con Mutê de (lo:muêso) y More Light de Nisei, pero de eso ya han pasado 7 años, en los que los irundarras han efectuado varios paréntesis en sus trayectoria, hasta que finalmente a comienzos de 2006 decidían poner en marcha su propio sello (Bidehuts) y afrontar la grabación de Ezlekuak (no lugares) desde la más absoluta independencia.
La fuerza apabullante y contagiosa de "Hazi Eskukada I" o de "Aukerak, ankerrak", la intensidad de "Alderantzizko magia" o la tensión que acumula el minutaje de "Nekearen teoria" están ahora mismo al alcance de muy pocas bandas en Europa y ni siquiera logro precisar cómo será la experiencia que supone verlos ejecutar estos temas sobre un escenario.